
Dudas razonables,
infinitas,
cartesianas,
metafísicas
o existenciales,
Encrucijada del paroxismo,
siempre a tu lado,
hasta el infinito. Hasta la ruptura final.
Ni de mis sueños escapas.
Dudas como escarpias.
Dudas llanas
y silogísticas.
Disyuntivas,
disquisitivas.
¿Y para qué?
Para nada.
Me decías en la almohada,
sueña y no pienses a ultranza.
Pues todo queda en el vacío.
Denuncio la verdad absoluta
que rastrea sin piedad la vida plana.
Si buscas respuestas,
que sea desde el hogar del corazón.
y del cerebro analítico.
El tiempo y el espacio,
percepciones subjetivas
que investigan sobre la realidad objetiva.
Amigos temporales, miedos ancestrales,
Si si o si no, no. Trasteando el qué y no el por qué
sales del rapto propiciado por los viejos fantasmas.
Escribí en un viejo papel
mis objetivos,
lo sellé con mi firma
y abierto en carne viva lo dejé en un lugar resguardado.
Espero hasta hallar el camino.
La luz en el día a día se describe voluntariosa.
Jubilosa apreciación: la de la fidelidad.
¿Dudas a mí, entonces? El transcurso del tiempo lo dirá.
La sangre revolucionaria llama a la sangre revolucionaria.