
El hambre inteligente
es aquella que acepta el bloqueo y el error.
A pesar de los éxitos coyunturales.
Mis musas, heroinas tridimensionales,
andróginaa y de cósmica visión,
por ejemplo, Tilda Swinton o Katharine Hepburn. Reflejo del compendio del mundo multipolar y abierto, dialéctico. Eso es.
Musas, hadas, diosas, princesas, feministas y ascetas,
féminas de la explosión vital.
A pesar de los bloqueos y el error.
Ser actitud, amplitud, senectud, quietud, salud, alud…
A pesar de los éxitos coyunturales.
Somos y estamos.
Es el hambre inteligente que debe sortear parapetos de cemento
y hormigón. Mera ilusión en apariencia, la felicidad efímera.
Te busco a cada segundo, minuto, hora y eternidad.
Se lo contaré a mis musas y fliparán.
Fuera monstruos. Respiraré en los parques, en el metro, en el trabajo y el ocio. Siempre acechas Can cerberos, con tus tres fauces tricéfalas aullando endemoniado desde el territorio de Hades, pero no conseguirás llevarme al Infierno.
A pesar del bloqueo y la ambición, el deseo o la innacción.
Seré capaz y también capataz. Viva la lucha y la misión vital de la existencia.
Conformé un caldo de cultivo lleno de microbios y bacilos, estreptococos, amebas, seres unicelulares que no se gemaban nunca en nada bueno.
Solíamos gritar y aullar todos juntos, a pesar de los éxitos coyunturales, condicionales, estatales, coaxiales, amables, falsos o rudimentarios,
Desde siempre sigo la luz y observo que el camino es largo y difícil.
Musas, esperadme entre mis requiebros y dudas existenciales.
Porque sigo a la Caja de Pandora. Porque sigo, sigo, sigo y sigo…
Y seguiré hasta alcanzar una claridad mayor, espíritus arcaicos, ácratas, sincréticos, sinérgicos, sacros, chamanísticos, embrujantes. A pesar del caos y el desorden estructural.
Es la vida, no hay más.